1. Desplazarse y
saltar, combinado ambas habilidades de forma coordinada y
equilibrada,
ajustando los movimientos corporales a diferentes cambios de las
condiciones de la
actividad.
Se evalúa con este
criterio la mejora cualitativa de la capacidad de desplazarse y saltar de
distintas maneras y
con velocidades variables, con cambios de dirección y sentido y
franqueando pequeños
obstáculos. Se observará la capacidad de reequilibrarse al combinar diferentes
tipos de desplazamientos o saltos. Se prestará especial atención a la capacidad
para resolver problemas motores y para orientarse en el espacio con el fin de
adaptar los desplazamientos y saltos a nuevas condiciones.
2. Lanzar, pasar y
recibir pelotas u otros móviles, sin perder el control de los mismos,adecuando
los movimientos a las trayectorias.
Con este criterio se
pretende comprobar la coordinación en las habilidades que impliquen
manejo de objetos y
la utilización que se hace en las situaciones de juego. Se tendrá en
cuenta la adecuación
de las trayectorias en los pases, lanzamientos, conducciones e
impactos. Se
observará la orientación del cuerpo en las recepciones y paradas. No se
incluyen aspectos
relativos a la fuerza.
3. Girar sobre el eje
longitudinal y transversal, diversificando las posiciones
segmentarias y
mejorando las respuestas motrices en las prácticas corporales que lo requieran.
Con relación a los
giros corporales, se tratará de comprobar la capacidad que tienen de
utilizarlos en las
actividades cotidianas. Los giros sobre el eje longitudinal podrán estar
asociados con
desplazamientos y saltos, cambios de dirección y sentido. En la evaluación
no debe buscarse la
imitación de modelos predeterminados, sino el uso que se hace de los giros para
lograr mejores respuestas motrices, evitando en todo momento el riesgo.
4. Actuar de forma
coordinada y cooperativa para resolver retos o para oponerse a
uno o varios
adversarios en un juego colectivo.
Este criterio
pretende evaluar si son capaces de interaccionar adecuadamente en
situaciones de juego,
realizando acciones de ayuda entre los miembros de un mismo
equipo. También se
debe observar si, en situaciones de oposición, los jugadores y
jugadoras ocupan
posiciones en el terreno que faciliten el juego, como por ejemplo ocupar
espacios libres u
orientarse en la dirección de juego.
5. Participar del
juego y las actividades deportivas con conocimiento de las normas y mostrando
una actitud de aceptación hacia los demás.
La plena
participación en el juego vendrá condicionada por un conjunto de habilidades
motrices y sociales.
Por un lado, se observará el grado de eficacia motriz y la capacidad de esforzarse
y aprovechar la condición física para implicarse plenamente en el juego. Por
otro, se atenderá a las habilidades sociales (respetar las normas, tener en
cuenta a los demás, evitar discriminaciones y actitudes de rivalidad
fundamentadas en estereotipos y prejuicios, etc.) que favorecen las buenas
relaciones entre. los participantes.
6. Proponer
estructuras rítmicas sencillas y reproducirlas corporalmente o con
instrumentos.
Con este criterio se
quiere evaluar si los niños y niñas son capaces de inventar y reproducir una
estructura rítmica sencilla, bien por la combinación de elementos de
estructuras que ya conoce, bien por la aportación de elementos nuevos. La
reproducción puede hacerse mediante el movimiento corporal (deslazamientos,
saltos, palmas, golpeos, balanceos, giros) o con instrumentos de percusión.
7. Utilizar los
recursos expresivos del cuerpo e implicarse en el grupo para la
comunicación de
ideas, sentimientos y representación de personajes e historias,
reales o imaginarias.
La implicación del
alumnado en su grupo es importante en la producción de pequeñas
secuencias
expresivas. Con este criterio se valorará la predisposición al diálogo y la
responsabilidad en la
organización y la preparación de la propuesta creativa. En la puesta
en escena, se
observará la producción de gestos significativos y también la capacidad para prestar
atención en la expresión de los demás, recibir el mensaje y seguir la acción
respetando el hilo
argumental.
8. Mantener conductas
activas acordes con el valor del ejercicio físico para la salud,
mostrando interés en
el cuidado del cuerpo.
Este criterio
pretende evaluar si el alumnado va tomando conciencia de los efectos
saludables de la
actividad física, el cuidado del cuerpo y las actitudes que permiten evitar los
riesgos innecesarios en la práctica de juegos y actividades. Además, pretende
valorar si se van desarrollando las capacidades físicas, a partir de sucesivas
observaciones que permitan comparar los resultados y observar los progresos,
sin perder de vista que la intención va encaminada a mantener una buena
condición física con relación a la salud.
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